A menudo hablamos de los distintos cuerpos sutiles que forman al ser humano, pero del mismo modo no prestamos demasiada atención al denominado "Cuerpo Etérico". Vamos a investigar un poco acerca del mismo utilizando la analogía para poder profundizar en nuestra comprensión viajando del macrocosmos al microcosmos; de lo más lejano a lo más cercano.
Así como necesitamos un cuerpo para podernos expresar y por lo tanto también comunicar en cada uno de los Planos de Existencia, también necesitamos de determinados canales o vías, como autopistas, por donde fluye la energía y, así pues, el mensaje que queremos transmitir.
Estas "autopistas" por donde fluyen las energías son los llamados "nadis" que conforman al Cuerpo Etérico; redes nerviosas portadoras de las energías entre los distintos chacras.
Antes de continuar debemos de aclarar que toda forma de vida tiene su contraparte etérica en forma de molde exacto, por donde circulan las energías que le dan vida. La Vida, en forma de Prana, circula a través del cuerpo etérico, cohesionando la forma, esta forma física que no es más que la expresión última (para nosotros visible) a través de la cual la Vida interna está intentando manifestarse.
Volvamos a los "nadis"...
Podemos comprender a cada "nadi" como una neurona que transmite la energía utilizando la red que forma con el resto de nadis de un determinado organismo. Los chacras, haciendo la analogía, son como centros neuronales (cerebros o centros de comandamiento de los distintos cuerpos y que estarán más o menos activos y subordinados a un centro u otro en función del estado de consciencia que caracterice a determinada entidad).
Pero tengamos en cuenta algo de vital importancia: no debemos comprender a las distintas vidas que forman la existencia como si estuvieran separadas las unas de las otras. Todo se interpenetra; toda vida interactua con las demás, al igual que una célula de nuestro cuerpo con las demás, mediante el cuerpo etérico que la circunda. Así pues la influencia y comunicación del macrocosmos con el microcosmos se produce constantemente a través de estas "autopistas de energía" que llamamos nadis y que como ondas de radio, comunican a toda vida con el resto del universo.
Pero tengamos en cuenta algo de vital importancia: no debemos comprender a las distintas vidas que forman la existencia como si estuvieran separadas las unas de las otras. Todo se interpenetra; toda vida interactua con las demás, al igual que una célula de nuestro cuerpo con las demás, mediante el cuerpo etérico que la circunda. Así pues la influencia y comunicación del macrocosmos con el microcosmos se produce constantemente a través de estas "autopistas de energía" que llamamos nadis y que como ondas de radio, comunican a toda vida con el resto del universo.
Por lo tanto, estas redes eléctricas que constituyen el cuerpo etérico son universales, porque toda entidad posee un cuerpo etérico por donde fluye el prana o Vida. Es responsable de la interconexión de todo lo que existe, como decíamos, la razón de la Astrología y lo que hace posible que la Vida Una pueda hacer llegar su energía des de Shamballa a la Humanidad, pasando (hasta cierto punto y momento) por la Jerarquía.
Así es, gracias a estas redes cósmicas, las energías de las distintas entidades planetarias llegan a nuestro planeta y, des de aquí, son distribuidas a todas las vidas que formamos parte de ella. Gracias a estas conexiones, la comunicación interna con distintas entidades es posible. Así pues, si queremos ser Servidores del Plan, deberemos de fortalecer, agudizar y sintonizar adecuadamente nuestro cuerpo etérico a fin de ser receptores lo más puros posibles y poder, así, "bajar el Cielo a la Tierra".
¡Un abrazo!